Jorge Duque nos deleito con una pasarela que inició de forma dramática, con el sonido de un monitor cardiaco, iniciando con el registro de la actividad en un corazón, hasta que el sonido nos hace saber que este dejó de latir. Al iniciar la pasarela sobresalían prendas en colores tornasolados, iridiscentes, dorados, verde menta y fucsia con volúmenes en los hombros y materiales diferentes como nylon, PVC, acetato y acero inoxidable, que hacían de la colección una combinación de texturas y colores única.
La actitud de mujeres empoderadas y dueñas de su sensualidad en prendas muy femeninas, pero con una combinación de materiales fuertes y suaves, nos hablan del poder femenino y cómo ve a las mujeres el diseñador. La modelos caminaron al ritmo de la música Disco de los años 70, una época donde colores irridescentes y fuertes predominaron en el ambito de la moda.
Las prendas también tenían un toque futurista, como una blusa en nylon metalizado en A rígida o un vestido de nylon dorado con bordes o dobladillos fucsias y mucho volumen en mangas fueron parte de la colección. Pues Jorge Duque se inspiró en las formas arquitectónicas del edificio Atomium de Bruselas, que tiene la forma de un átomo ampliado a 156 veces y los colores de las imágenes del artista Oskar Fischinger. Vestidos de noche, crop tops pantalones pitillos, sastres, minivestidos, blusas tornasoladas fueron llamaron fuertemente la atención, al igual que unos tacones ultra fucsia que quisiera para mi.
Fotos: Cámara Lúcida