Para empezar este proceso de honestidad y llevar a buen término este ejercicio, es importante seguir 3 pasos. Cada uno hace parte lograr esa honestidad total contigo misma, así lograras tener el armario ideal para ti. Sigue el mantra de las 3 D: Decir la verdad, dejar ir, diseñar.
Decir la verdad
Quítate el filtro, quiero saber lo que realmente te gusta, lo que detestas y lo escribas, ya que no nos podemos ver cara a cara, para entender realmente que es lo que te gusta y construir tu estilo. Cuando me reúno con alguien que quiere renovar su clóset hay algo que predomina; puede ser ropa negra, vestidos sueltos o solo pantalones y blusas de cuello y puño. Lo importante es el porqué, la razón última por la cual ciertas prendas te hacen sentir cómodas. ¿Usas negro porque te hace ver más delgada? ¿Vestidos sueltos por que no quieres que nada te comprima? ¿Pantalones y blusas de cuello porque te hacen ver más intimidante?
Dejar ir
Aquí saco la abogada que hay en mi para buscar la verdad real, indagar hasta encontrar lo que te gusta, te hace sentir cómoda o te hace sentir fuerte y enérgica. En el momento que logres encontrar tu verdad, sentirás que una carga se te ha quitado de encima, liberada y empoderada, como dije en mi artículo se honesta contigo y con tu closet.
Deshazte de lo que no cuadre, incluso los prejuicios que tengas o te hayan enseñado frente al vestuario. Te encanta el amarillo pero no tienes nada en este color porque te han dicho que es escandaloso. Te gustan los drapeados pero toda tu ropa es suelta, no entallada. Te fascina el maquillaje y no lo usas. Si ya has hecho el ejercicio de inspeccionar lo que tienes en el armario y te das cuenta que tienes muchas cosas que realmente no van contigo. ¡Déjalas ir, deshazte de ellas!. Encuentra cosas que te hagan florecer para empezar esta etapa de tu vida.
Diseñar
Ya pasaste las dos primeras etapas, ahora es el momento de crear. Cuando dejas ir lo viejo le abres campo a lo nuevo, traes a tu vida la renovación, una nueva forma de verte a ti misma basada en tu verdad. De pronto veas en un mercado de pulgas una gabardina vintage o una prenda étnica en colores fuertes o recibas un bono para comprar una prenda en ese almacén que te gusta. Todo puede pasar.
