Siempre ha sido más difícil para nosotras las mujeres arreglarnos –mientras nos demoramos más de una hora los hombres solo necesitan 15 minutos – y también sucede con las prendas que usamos, mientras en una oficina que tiene un código de vestuario relajado un hombre con una camiseta polo y un jean se ve bien, nosotras nos vemos como universitarias o demasiado relajadas y si nos ponemos una camisa elegante nos vemos mayores.
Lo primero a tener en cuenta es tu estilo
¿te sientes bien en jeans o te gustan más las faldas y los vestidos? Todo se vale menos prendas con desteñidas, rotos, transparencia o mucho escote. Si vives en clima caliente las chanclas, los pantalones cortos, vestidos strapless, minifaldas, lentejuelas o ropa de gimnasio son un NO –rotundo y en mayúsculas-. Estoy de acuerdo con que el profesionalismo tiene que ver más con la manera de actuar que la manera de vestirse, pero recuerda que ciertos looks pueden quitarle el peso al esfuerzo en tu trabajo, porque aunque duela decirlo una impresión puede catapultarte a la cima o lo contrario.
Si no tienes un estilo establecido aquí te doy unos consejos para lograr el punto exacto de un look elegante pero informal y la oficina.
- Considera pantalones de bolsillos –como los jeans- pero en otras telas no tan estructuradas como un pantalón elegante, los jeans oscuros de bota recta o angosta se ven muy bien en un ambiente informal.
- Compra camisas básicas, opacas y lo suficientemente gruesas que no se vea el brasier, en materiales que mantengan la forma y no se arruguen. También suéteres de cachemir para días fríos.
- Mantén un blazer en la oficina y tacones así sean bajitos, no sabes cuándo te toque salir a una reunión a última hora.
- Finalmente, inspírate en un personaje que admires por su forma de vestir, puede ser una presentadora de TV, una mujer que trabaje contigo o algún personaje público.