Los collares son uno de los accesorios más visibles en lo que se refiere a joyería por ser el cuello un punto focal dentro de la imagen corporal. Para que tu outfit resalte tu belleza es importante escoger los accesorios ideales según las características de tu cuerpo. Una idea limitante dentro del pensamiento de mujeres que tienen un cuello corto o grueso, es creer que deben atenerse a no usar collares, lo cual es falso.
Las mujeres tenemos dos puntos de balance focal, si queremos jugar con la armonía. El primer punto focal permite determinar cómo debe ser el cuello de la camisa o vestido que mejor nos favorece y la profundidad del mismo (escote). El otro punto focal nos permite encontrar la forma de collar que mejor nos luce.
En cuellos cortos, teniendo en cuenta los puntos focales las mujeres con cuello corto pueden buscar collares de cadenas delgadas con un dije a la mitad del escote. Recomiendo mucho los collares largos que vayan incluso más abajo del punto focal (incluso hasta el ombligo), porque desvían la atención del cuello y le dan mayor longitud. Usar aretes pequeños (por encima de la línea de la quijada), llevar el pelo recogido o en un corte de pelo estilo Bob hace ver el cuello largo. Evita el cuello tortuga o alto, la bufanda amarrada al cuello. Los collares ajustados, gargantillas o chokers acortan el cuello.
En cuellos gruesos, las mujeres con esta forma de cuello pueden llevar collares gruesos dándole carácter al cuello. No hay límites, piedras gruesas, detalles en resina y hueso de acuerdo con las últimas tendencias. El volumen en las pieza lleva la atención a la belleza del collar y no al cuello. Eso sí, hay que tener en cuenta que la caída del collar tenga una forma similar al contorno de la quijada. Otra forma de contrarrestar el volumen es llevar el pelo largo y suelto, esto esconde un poco el grosor del cuello.
Un último consejo es tener en cuenta el estampado de la camisa a la hora de escoger un collar, de lo cual ya hablé en un artículo anterior.