La comparasión no nos permite ser los seres maravillosos que vinimos a ser en este mundo. Aquí como hacerle frente a la comparación y recursos que te ayudaran a ponerlo en práctica
Hace unas semanas vengo hablando sobre la adaptabilidad y como la flexibilidad nos permite ese proceso de adaptación a nuevas situaciones, más cuando estamos en proceso de cambio. Una de las cosas que nos permite ser más flexibles es la compasión con nosotros mismos, tema que hable en un artículo anterior. Otro gran recurso para ser más flexibles en los procesos de cambio y curarnos de la comparación.
Si alguna vez has mirado a alguien y quisieras hacer las mismas cosas que esta persona, pero sientes una emoción de inferioridad o dudas que no es suficiente ser tu mismo o te has convertido en una persona dependiente de las redes sociales, pero despues de un par de horas, lo que sientes es angustia, el siguiente video es para ti.
Salir de la comparación malsana, como yo lo llamo, te permite florecer en tu individualidad, para tomar las desiciones según lo que realmente quieres y no según lo que estas comparando. Para eso es importante “tomar responsabilidad”, ya que la comparación no puede surgir cuando te responsabilizas de ti mismo, de la confianza que tienes en ti mismo. Esa confianza de la que hablo es como la batería del celular, esta energía nos permite usar el smartphone para hacer de todo. Esa energía se va agotando cuando nos criticamos a nosotros mismos con ese juez interno e implacable que tenemos dentro (en el video La compasión conmigo mismo hablo de este tema) o nos apegamos a lo que «debería ser».
Tener el antidoto a la comparasión te permite recuperar tu poder, cambiar tu pensamiento y tomar desiciones que te hagan feliz.