6 reglas de oro para Twitter 

Twitter es una herramienta genial para saber lo que pasa al momento que sucede, contactarse con gente, expresar puntos de vista y reírse un poco.  Ya existe una etiqueta o más bien Twietiqueta  basada en normas de comportamiento para esta red social, que sí no las cumples podrías convertirte en un fenómeno viral y no precisamente positivo, especialmente para los líderes de opinión y políticos. Aquí lo que debes evitar

No quejarse del empleo

Uno no muerde la mano del que le da de comer, por eso es mejor evitar hablar mal del trabajo, mejor dicho evitar hablar del trabajo en twitter sobre todo si tu cuenta es personal, porque no sabes como tomará la organización el comentario.

Hacer comentarios que puedan herir

Es muy fácil crear controversia y enemigos con comentarios necios. Revisa lo que vas a decir y la implicaciones del mensaje, no te pase como Justine Sacco quien dijo a sus seguidores que se iba para Africa y remato con chiste flojo sobre contagiarse de SIDA.  Cuando llegó a Africa ya había estado en las noticias y tenía amenazas de muerte.

Evitar pelear en Twitter

Así como vemos entretenidas esas peleas entre celebridades por twitter (Kim Kardashian vs Amber Rose) también vemos que son irrespetuosas, hirientes y además públicas.  Acuérdate que herir a una persona es como arrugar una hoja de papel, después arrugada no vuelve a ser como antes.

Informarse antes de opinar

Es importante saber sobre lo que estas comentando u opinando y tener los hechos claros, para luego no pasar penas; como le paso a Lindsay Lohan en pleno huracán Sandy que pregunto porque la gente estaba tan alterada.

No amenazar

Lo peor de una amenaza no es hacerla, sino cumplirla. Es bueno acordarse de esto más cuando se tiene rabia.  Twittear una amenaza implica que quedará en internet para toda la vida.  Si tienes rabia busca otro mecanismo para descargarte.

Ventilar asuntos personales

Me refiero a los amantes despechados; la finalización de una relación es difícil y debe tratarse delicadamente, hablar mal de la otra persona por un medio público solo hace ver mal a quien habla mal.

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