Todas las mujeres recordamos las virtudes de un vestido negro: Que te hace ver más delgada, elegante, sexy. Sin embargo el vestido blanco también tiene cualidades que lo hacen merecedor de un puesto a lado de su hermano “el vestido negro”, como un esencial en el vestuario femenino.
Algunas lo tenemos relegado para clima cálido y otras ni se atreven incluirlo en su clóset, tanto así que en verano es cuando más se habla de esta prenda. Esta semana encontré un vestido blanco que me enamoró del diseñador Carlos Merchán. Clásico, con un toque elegante, muy sexy sin pasar a lo vulgar. En Bogotá, una ciudad fría y formal es muy difícil encontrar a un persona vistiendo de blanco, pero de vez en cuando hay que cambiar. El vestido blanco es versátil, lo único es usarlo con accesorios que le den ese toque casual o elegante, incluso para celebrar el día de amor y amistad es una excelente opción.
Lo importante a la hora de escoger tu vestido blanco, es que su diseño complemente tu forma de cuerpo y que la tela sea gruesa. El blanco resalta todo, tú hermoso color de piel y algunas cosas que no nos gustan como la celulitis (si este es pegado). Busca el blanco que más resalte tu tono de piel, si estás bronceada más blanco mejor.
Aquí lo que hay que tener en cuenta para escoger un vestido blanco y usarlo en diferentes ocasiones. La boda es el único evento que no recomiendo llevar este color de vestido a menos que sea mandatorio.
