La casa Chanel es reconocida por hermosos montajes y escenarios a la hora de presentar sus colecciones. Sin embargo, el poner sus ojos en un país más relegado en America Latina fue un movimiento publicitario estelar para la marca, que tendrá consecuencia en el ámbito político económico de la Isla de Cuba y la expansión de la marca en el mercado Latino.
No es para menos, pues Chanel es una de las marcas más apetecidas en el mundo capitalista: es sinónimo de riqueza, poder y elegancia. Contrasta notoriamente con la realidad del país comunista que ha sufrido el aislamiento y estancamiento durante más de 50 años y que se esta abriendo al mundo. La moda, la cultura y la creatividad es uno de los puente para ir acabando las animosidades que vienen de tiempos atrás.
Lo cierto es que el amor de Karl Lagerfeld por los ritmos latinos. Su experticia en bailes como Cha Cha y tango y su admiración por la cultura caribeña, lo llevaron a lanzar el pasado martes la colección Cruise de Chanel “Coco Cuba” en el Paseo del Prado.
La pasarela, una amplia avenida peatonal con árboles a cada lados y los leones; parte de la historia de esta nación -anteriormente eran cañones para defender a la Cuba de piratas, ya que era el puerto más importante de las colonias españolas- y símbolo de la casa Chanel. Los invitados especiales alrededor del paseo peatonal y música latina de fondo. Todo una gran fiesta.
Las prendas una fusión entre el estilo parisino y un toque caribe: Los adornos y alforzas verticales de la guayabera en chaquetas de varios colores, vivos colores en chaquetas de bucle y en camisas playeras con eslogans. En vestidos se vio una gran alusión a las faldas y tallajes usados en los años 50 -el fin de una era para Cuba- y de los dorados años 20 -cuando este país empezó a ser el destino turístico por excelencia-. En toda la pasarela se vieron los famosos sombreros de Panamá y boinas.