En la vida hay momentos en los que sentimos que algo nos falta, como una insatisfacción personal pero no sabemos de qué. En otra oportunidad hable un poco de esto en un artículo que saque del cambio y como a veces hay algo interno que nos mueve a cambiar.
Dentro de ese proceso del cambio hay un elemento muy importante y es hablarnos con la verdad a nosotras mismas. Es decir encarar nuestra propia verdad. Este momento se presenta antes de pasar a la acción. Así es en todos los ámbitos de nuestra vida, incluso cuando quieres hacer un cambio extremo de vestuario. Apenas dices en voz alta que te gusta o no de ti, inicia un proceso de renovación interesante que se traduce en encontrar lo que realmente te luce, queda bien y lo que quieres decir al mundo.
Cuando te estas preparando para un cambio puede que te sientas insegura e inestable con esa nueva aventura. Aquí la ropa puede ayudarte a seguir en ese camino, abriendo las puertas y estableciendo la credibilidad a una nueva persona. La ropa puede ser como tu camino amarillo, ese que en vez de llevarte a la tierra de OZ, te lleve de ese trabajo que no te gusta, a una nueva carrera. Puede ser lo que te lleve a seguir tus sueños.
Pienso que el camino para encontrar tu estilo y que este a su vez sea una herramienta para mejorar tu vida en todos sus ámbitos, es un proceso que debe ir desde adentro. Hay mucho trabajo interior por realizar, si queremos llegar a lo exterior. Entre más llegues a encontrarte a ti misma será más fácil lograr un look espectacular.